Las habilidades como moneda de cambio en la gestión del capital humano

Mientras nos enfrentamos a las complejidades e incertidumbres del siglo XXI, las organizaciones están abriendo los ojos ante una profunda realidad: el éxito duradero no se alcanza únicamente adquiriendo el mejor talento, sino alimentando y desarrollando las habilidades únicas que ya posee su personal. Adéntrese en la era de la ontología de habilidades — un cambio de paradigma que redefine la forma en que percibimos el capital humano e invertimos en el personal.

El capital humano hace referencia a los conocimientos, las habilidades, las capacidades y las experiencias del personal a nivel colectivo. Se trata del personal de una organización y del trabajo que pueden realizar. El “capital” representa los recursos intangibles que los empleados aportan a una organización y abarca su formación, capacitación y experiencia — los factores impulsores del éxito de las organizaciones. A diferencia de otras formas de capital más tangible, los empleados, que constituyen la parte "humana" del "capital humano," pueden innovar, adaptarse y contribuir de forma creativa a los complejos retos del entorno empresarial moderno.

Invertir en el desarrollo y la gestión de su capital humano mejora el rendimiento de sus empleados y fomenta una cultura de formación continua, la adaptabilidad y la resiliencia. En esencia, reconocer y sacar partido de las personas que conforman su capital humano es vital para que su organización pueda prosperar y mantener un alto nivel de competitividad en un panorama global caracterizado por su rápida evolución.

Conociendo el papel fundamental que desempeña el capital humano en el éxito de las organizaciones, resulta evidente que es vital equipar a los empleados con las soluciones de formación adecuadas. Es esencial contar con un personal cualificado y adaptable en una era en que los avances tecnológicos y la dinámica del mercado evolucionan rápidamente. Las soluciones de formación hechas a medida para mejorar las capacidades del capital humano contribuyen al crecimiento individual y crean una fuerza colectiva que impulsa a la organización hacia delante.

Mientras los sectores están sometidos a transformaciones constantes, las empresas deben priorizar las iniciativas de formación que se alinean con las necesidades y aspiraciones de su personal, garantizando así el desarrollo continuado de un equipo resiliente e innovador. En este contexto, invertir en programas sólidos de formación y desarrollo es fundamental, ya que refuerza la base del capital humano y permite a las organizaciones enfrentarse sin miedo a los retos futuros.

¿Cómo puede su organización ayudar a sus empleados a utilizar soluciones de formación? Según el Índice de Salud de la Gestión del Talento de Cornerstone, los siguientes cuatro pasos son necesarios para fomentar la formación y el desarrollo:

Los empleadores están reevaluando sus prioridades de contratación. En lugar de centrarse únicamente en credenciales académicas o en cualificaciones tradicionales, cada vez se reconoce más la importancia de las habilidades relevantes. Atrás quedaron los días en que los currículums y títulos de puestos eran el principal reflejo del potencial de un empleado. Las descripciones de los puestos de trabajo estáticas ya no reflejan lo que realmente puede aportar un empleado.

Este modelo tradicional de la gestión del capital humano está dando paso rápidamente a un enfoque más detallado que sitúa a las personas y a las habilidades en primer lugar. Las organizaciones buscan candidatos que aporten experiencia práctica y aplicable. Por ello, valoran las competencias prácticas que se alinean con las necesidades específicas del puesto. En consecuencia, las empresas están recurriendo a la ontología de habilidades — un marco para la asignación de las habilidades de los individuos.

Invertir en la ontología de habilidades no es solo una tendencia, sino una necesidad estratégica. Estas son las razones por las que es imprescindible optimizar los diversos conjuntos de habilidades del capital humano:

La fuerza laboral está evolucionando a un ritmo sin precedentes. Las empresas que prosperan son aquellas que pueden adaptarse a los cambios rápidamente. La ontología de habilidades permite a las organizaciones maximizar su capital humano identificando a las personas necesarias para surcar aguas inexploradas y garantizar que cuenten con las herramientas necesarias para prosperar en cualquier entorno.

DHL Group utilizó la solución de ontología de habilidades de Cornerstone para responder a los requisitos de sus empleados y de su negocio, garantizar la retención del talento y prepararse para el futuro. Ahorraron millones en costes de selección de personal y crearon un sentido de propósito para sus empleados a la vez que cerraban múltiples brechas de habilidades.

Cada empleado aporta un conjunto de habilidades único. A menudo, los enfoques tradicionales del capital humano pasan por alto muchos de estos talentos ocultos. Con una ontología de habilidades sólida, su organización puede descubrir y aprovechar todo el abanico de habilidades de sus empleados, fomentando una cultura de inclusividad e innovación.

Las disrupciones tecnológicas están redefiniendo casi todos los sectores. Para mantenerse un paso por delante, su organización debe asegurarse de preparar su capital humano para el futuro. Al invertir en sus empleados con una ontología de habilidades, puede identificar los perfiles que se demandarán en el futuro y preparar a sus equipos de forma proactiva para los próximos retos.

La ontología de habilidades es una compleja guía del capital humano que le ayuda a encontrar la estrategia adecuada para el desarrollo de los empleados de forma precisa y previsora. Gracias a ella, puede identificar brechas de habilidades, priorizar iniciativas de formación y adaptar los programas de desarrollo profesional para asegurarse de que su personal desarrolle continuamente las habilidades que necesita para destacar en sus puestos.

Según el Índice de Salud de la Gestión del Talento de Cornerstone, las empresas deben tener en cuenta cinco criterios fundamentales a la hora de mejorar el desarrollo del capital humano:

Hoy en día, las habilidades se consideran parte esencial de la gestión del capital humano, y no se trata sólo de una tendencia. Se trata de un replanteamiento fundamental en cuanto a la forma en que las empresas deberían tratar a su activo más valioso: sus empleados. Invertir en sus empleados es invertir en un viaje compartido, un compromiso para alimentar las semillas de la innovación, el crecimiento y el éxito colectivo. Más allá de los títulos y puestos de trabajo, la verdadera riqueza reside en las diversas habilidades, pasiones y aspiraciones de cada persona.

En 2024, invertir en una ontología de habilidades no es un lujo, sino una necesidad para quienes tratan de sobrevivir y prosperar en territorios inexplorados. A medida que nos adentramos en esta nueva era de la gestión del capital humano, las empresas pueden allanar el camino para crear una organización ágil, innovadora, resiliente y llena de éxito. Los beneficios no son solo económicos: una plantilla próspera, motivada e interconectada también genera valiosos recursos intangibles. El talento ha dejado de ser la única moneda de cambio del éxito: hoy en día, es la evolución continua de las habilidades de los empleados la que define el futuro de la gestión del capital humano.