Las empresas son la suma de las personas que las forman y cada nueva generación cambia la manera de entender el negocio, la formación y la productividad. Este año veremos la entrada de la última generación que llega a la mayoría de edad en 2018: la llamada “Generación Z”, que sustituye a la Generación Y, los Millennials. Los miembros de la Generación Z, los que han nacido entre 1995 y 2015, suponen solo en España algo más de ocho millones de personas, y según la consultora Deloitte, en 2025 esta generación compondrá el 75% de la fuerza laboral del mundo.
Los más mayores entre ellos se preparan para entrar en el mercado laboral en pocos meses, lo que sin duda provocará nuevas transformaciones al ámbito de trabajo.
Más digitalización
La Generación Z no recuerda vivir sin Internet. Mientras que sus predecesores, los Millennials o Generación Y, crecieron junto a la Red, los “nativos digitales” encontraron Internet desde la infancia y con la Red han reunido gran cantidad de conocimientos y habilidades que les permite usar herramientas digitales con gran confianza. Se puede prever que el lugar de trabajo cambiará precisamente para ajustarse a los usos y necesidades de estas dos últimas generaciones, que no conciben trabajar sin conexión.
Esto también afectará a la manera de gestionar el aprendizaje y la formación, ya que los Millennials y la Generación Z a menudo recurren a fuentes online, como artículos, videos y tutoriales para adquirir las habilidades que necesitan. Además, al estar acostumbrados a formatos de recomendaciones personalizadas como Youtube, Spotify o Netflix, necesitan contenido más dinámico, accesible e individualizado que generaciones anteriores.
No cabe duda de que estos cambios llegarán de inmediato al mundo móvil, ya que las generaciones que ahora tienen hasta aproximadamente 40 años son inseparables de sus smartphones. Sin ir más lejos, los Millennials son la generación que más utiliza el móvil (84%) así como los miembros de la Generación Z (73%, teniendo en cuenta que parte de ellos es aún demasiado joven para tener móvil, o ser encuestada). Declaran que pasan más de 10 horas al día conectados, tiempo que invierten en buscar nuevos contenidos y entretenimiento, aprender habilidades, y conectar con su círculo en redes sociales. Por lo tanto, tanto la formación como la comunicación organizativas tendrán que tener vertiente móvil si quieren llegar a los usuarios más jóvenes.
Más valores en el trabajo
La Generación Z compartirá con los Millennials la búsqueda de un trabajo que aporte sentido y utilidad no solo a la propia vida sino a la colectividad. Más enfocados que sus padres en temas de diversidad, igualdad, sostenibilidad y transparencia, la Generación Z buscará trabajar en un lugar cuyos valores sean adyacentes a los suyos. Así, las organizaciones podrán utilizar sus valores organizativos y sociales como punto de atracción a la hora de seleccionar y retener al talento.
Más privacidad
Si algunos Millennials habían quedado desprevenidos, la Generación Z ha aprendido de sus errores y de los de sus padres y tiende a evitar compartir datos o materiales privados online. Esta generación es consciente de los peligros inherentes en compartir datos online, peligros que se han puesto en relieve con los numerosos ciberataques, abusos y fugas de datos que se han manifestado en los últimos años.
Su cautela en el espacio digital se corresponde con la tendencia europea institucional hacia la garantía de la privacidad, tendencia que motivó la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de datos de la UE (RGPD).
El fin del trabajo para toda la vida
Las generaciones del siglo pasado podían confiar en encontrar un puesto de trabajo donde permanecer hasta la jubilación y trazar su carrera profesional dentro de una misma empresa. Al contrario, las últimas dos generaciones no pueden ni pretenden seguir el mismo camino. Con la flexibilización del ámbito laboral y la diversidad de habilidades requeridas en una sola carrera profesional, las nuevas generaciones prefieren cambiar de un puesto a otro, buscando una progresión transversal y ya no únicamente piramidal. La entrada de la Generación Z exacerbará esta situación, forzando a las empresas a ponerse al día en cuanto a las oportunidades y aprendizaje que ofrecen a sus empleados y a invertir más esfuerzo en retener al mejor talento.
En definitiva, el paso de la Generación Z a la mayoría de edad y el mundo laboral dejará su marca en los próximos años. Las empresas deberán ser capaces de gestionar las habilidades y necesidades de los miembros más jóvenes de su plantilla para aprovechar su destreza con las nuevas tecnologías y mantenerse en la cima de la transformación digital.
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